Aunque yo prefiero el ritual tradicional de lectura y el contacto con el papel, la tinta y el olor tan reconfortante de los libros, reconozco la comodidad que supone no tener que cargar con el peso de los tochos.
A mi cuñada Tini, los Reyes Magos le dejaron este año un e-book, pero olvidaron dejarle también una funda para que no se le raye (esos chismes son bastante delicados...) En fin, que pensé: "si puedo hacer fundas para libros de verdad, ¿por qué no hacerlas también para los electrónicos?". Y nada... que me puse manos a la obra y este es el resultado... Juzgad vosotros mismos...
(Jolín... no sé por qué no se cargan las fotos en horizontal, que es como yo las he guardado... :(( )
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